Los niños a menudo presentan miedo y preocupaciones, lo que los lleva sentirse tristes y desesperanzados, sobre todo en la etapa de desarrollo. Casos por ejemplo, cuando están pequeños y se separan de los padres para ser llevados al colegio, aun cuando estén seguros al cuidado de otra persona, se sienten angustiados, y si estos sentimientos se arraigan mucho, pudiéramos estar en presencia de ansiedad o depresión.
La depresión
La tristeza o la desesperanza forma parte de la vida de los niños, sin embargo, cuando los niños pierden el interés por las cosas que antes disfrutaba, o se ponen tristes, o se sienten desesperanzados e indefensos en algunas situaciones, y si se torna persistente esta situación, pudiéramos estar en presencia de caso de depresión.
Algunos signos de depresión en niños con TDAH
Estos pueden ser los síntomas o comportamientos que presentan un niño cuando está pasando por una etapa depresiva, hay que estar atentos:
- No hace cosas divertidas ni las disfruta cuando son divertidas.
- Cambio en los patrones de sueño, duerme más de la cuenta o menos de lo recomendado.
- Dificultad para prestar atención en las cosas que hace.
- Sentirse culpable, inútil o despreciado.
- Cambios en los patrones de alimentación o come mucho o deja de comer.
- Se siente triste, irritable, desesperanzado la mayor parte del tiempo.
- A menudo se siente cansado, sin energía ni fuerzas e inquieto.
Hay que prestarle la debida atención, cuando la depresión llega a extremos, los niños pueden planear el suicidio, sobre todo cuando están en la edad comprendida entre los 10 y 24 años. A menudo los niños no hablan de su situación o no parecen estar deprimidos o tristes.
La depresión podría hacer que el infante cause problemas o actúe sin aparentes motivos, y el entorno familiar no nota ninguna depresión o simplemente lo califican de forma incorrecta, como alborotador o perezoso. La detección oportuna y la ayuda profesional son fundamentales para evitar males mayores y lamentables.
Tratamiento oportuno
Es importante que se haga una evaluación efectiva y meticulosa, a fin de obtener un buen diagnóstico y ofrecer el mejor tratamiento. El profesional podría indicar una combinación de tratamiento, que incluya terapia infantil y familiar, además de incluir la escuela como complemento.
La terapia cognitivo conductual, es un tipo de terapia que se usa para tratar la depresión o la ansiedad, sobre todo en niños mayores, ayudando a los niños a que cambien los pensamientos negativos de manera eficaz, efectiva y positiva. Con la terapia del comportamiento se trata la ansiedad, en ella se puede incluir a los niños para que aprendan a enfrentar y manejar los síntomas de ansiedad y depresión, exponiéndolos de forma gradual a sus propios miedos, enseñándoles a aprender que no suceden cosas malas.
¿Qué te parece este tema? ¿Has visto alguna de estas señales en tus hijos?
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